encuentra encanto y comodidad a un paso de los principales atractivos

Disfruté de la hermosa piscina bien cuidada y del delicioso desayuno en la terraza, donde cada mañana me deleitaba con sabrosos platos mientras contemplaba las vistas. además, la ubicación es perfecta porque a menos de 15 minutos caminando puedes explorar la medina y lugares icónicos como la Medersa Ben Youssef y el Jardin Majorelle, lo que hace que cada paseo sea una aventura maravillosa.

esperaba un trato especial, pero el servicio fue decepcionante. La piscina, tan cerca de la recepción, ¿realmente se puede disfrutar así? Además, las habitaciones estaban manchadas y el ruido de la recepción era insoportable. Me hubiera encantado una mejora de habitación o, al menos, un detalle de cortesía, pero parece que eso no es para todos.

Todo perfecto, pero la piscina está demasiado cerca de la recepción.

No dejen de disfrutar el desayuno en la terraza, es delicioso y ofrece una vista increíble que vale la pena cada mañana.

Me encantó alojarme en el riad sun of kech. Los chicos son muy amables y siempre dispuestos a ayudar. La experiencia de quedarte en la Medina es única, con sus callejuelas y aromas. Además, disfrutamos de la deliciosa comida marroquí, especialmente el té de menta que servían fresco y abundante.

Recomendado.

la decoración marroquí en las habitaciones es espectacular y muy detallada. la ubicación es un poco aislada y las calles son confusas.

el riad es una maravilla, el desayuno siempre estaba riquísimo y lo servían en la terraza🥰. el personal es super amable, sobre todo hamza, que nos ayudó mucho durante la estancia. la ubicación es perfecta, a solo 15-20 min andando del centro y el ambiente es súper tranquilo. la piscina muy bonita, para relajarte después de un día explorando.

el acceso al riad puede ser complicado al principio y un poco incómodo. el baño tenía un bidet, pero creo que sería chido tener más opciones en la habitación.

Después de un día en la ciudad, llegar al Riad fue un alivio. La piscina me llamó la atención y me ofreció un momento de relax. La atención de Jamal fue excelente, siempre estaba dispuesto a darnos consejos sobre la ciudad. El desayuno en la terraza fue especial, disfrutando de vistas agradables mientras saboreábamos el té de menta. Soy cocinero y valoré la frescura de los ingredientes en las comidas elaboradas.

Perfecto para quienes buscan un hogar lejos de casa

El lugar lo tiene todo, desde relax hasta atención impresionante. La terraza es un sueño, disfrutamos de las vistas y el desayuno, todo preparado fresco y delicioso. Un agradecimiento especial a Hamza, que nos ayudó a encontrar nuestro camino cuando nos perdimos. También, siempre había un té de menta esperándonos al volver después de un largo día.

No fue barato, pero aún así está bien.

El ambiente del Riad es acogedor, con una hermosa piscina bien cuidada que invita a relajarse. Las habitaciones, aunque pequeñas, cuentan con buena ropa de cama, aire acondicionado y calefacción, lo que proporciona confort después de un largo día.

La ubicación está bastante alejada del centro, con calles que pueden sentirse inseguras al anochecer, lo que puede resultar incómodo. Además, las habitaciones presentan manchas en las paredes y el sonido de la recepción puede interrumpir la tranquilidad. Durante mi estancia, la falta de agua en los alojamientos fue un gran inconveniente, y la insistencia para aceptar excursiones llevó a una experiencia decepcionante con servicios de calidad inferior.

El servicio del personal fue excepcional, te hacían sentir en casa. La decoración es encantadora, perfecta para sumergirse en la cultura marroquí.

La habitación era un chiste, entre el ruido y el oscuro ambiente, parecía más un sótano que un refugio.

Un lugar acogedor en Marrakech

Pasamos tres noches aquí y la experiencia fue increíble. Chiara y Hicham son unos anfitriones de lujo, siempre dispuestos a ayudar. Dormir en una habitación tan bien decorada fue especial. El desayuno fue lo mejor, lo tomamos en la terraza con una vista hermosa. Solo la ubicación un poco alejada de la plaza puede ser un poco incómoda.

Experiencia única, colaboradores de 10, como en casa. Comida exquisita, especialmente el tagine. Terraza con vistas espectaculares. A un paseíño del centro, moverse é fácil. Aunque a rúa se ponía un pouco escura pola noite, todo tranquilo.

Un lugar encantador, con una piscina pequeña pero muy cuidada, perfecta para relajarse después de un día explorando. Las habitaciones son acogedoras, bien decoradas y con un aroma muy agradable. Sin embargo, el acceso al Riad puede ser complicado a través de un callejón estrecho y húmedo, lo que puede resultar un poco abrumador. Además, aunque el ambiente es seguro, las puertas de las habitaciones no tienen cerraduras, lo que puede causar cierta inquietud. Los desayunos son abundantes y deliciosos, una manera excelente de comenzar el día.